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David Ruiz by FOLCH

"La nueva normalidad es un concepto abstracto, no hay nada que podamos identificar como nuevo."

En un mundo agitado y enrarecido, la clave es ir a la esencia y preguntarle a aquellos que no están «contaminados» por el momento y el entorno.  Tras 25 años de exitosa y reputada carrera profesional, David Ruiz decidió cerrar su agencia para dar la vuelta al mundo a vela. Los publicistas lo ven como un diseñador y los diseñadores como un publicista. Pero quizás eso ya no importe, o quizás sí… 

Entrevista por Folch. Retrato por Amelia Strong.

David Ruiz es un creativo publicitario, director de arte, diseñador gráfico y fundador de Ruiz + Company. Ha recibido más de cien premios nacionales e internacionales, entre los que se encuentran la medalla de oro del club de directores de arte en Nueva York y el primer Gran Premio de publicidad gráfica logrado por España en el festival «clio», con un campaña para Levi’s 501. Es autor del logotipo de la ciudad de Barcelona y en 1997 fue nombrado miembro de Alliance Graphique Internationale.

La nueva normalidad
Folch

En un mundo donde muchos se han lanzado a vaticinar lo que se conoce como nueva normalidad, nos interesa mucha la visión de alguien que no está “contaminado”: ¿cómo ves esa realidad o esa nueva normalidad desde la distancia?

David Ruiz

Esta nueva realidad o esta nueva normalidad son conceptos abstractos para mí. He comprobado que por ahora no existen; francamente no parece que haya nada que pueda identificar como “nuevo”. Esta mañana he mirado a mi alrededor y no he notado nada nuevo, luego colocado frente al espejo he comprobado con decepción que al menos en lo que a mí respecta sigo teniendo el mismo deplorable aspecto de hippie desfasado venido a menos de siempre. Lo que estaba mal sigue estándolo.

Después de tres meses en el Mar Rojo fondeado frente a islotes desiertos esperando a que abrieran los puertos, he llegado a Turquía ilusionado con encontrar algún indicio de esa nueva realidad, o nueva normalidad, y lo único nuevo que observo es que la gente lleva una triste mascarilla colgada del cuello. Las tiendas siguen ahí y ya están vendiendo, los taxis transportan pasajeros, los restaurantes se van llenando como siempre y el turismo se sigue embarcando en las goletas para ir de paseo. Hojeo periódicos de otros países y no observo tampoco nada nuevo.

Quizás me estoy precipitando y la nueva normalidad aún no ha empezado. En ese caso me gustaría saber qué día se inicia, porque aprovecharé para ducharme.

Quizás lo nuevo es intangible, y sólo son nuevos los pensamientos provocados por el shock que estamos viviendo; pensamientos que hasta hoy no teníamos y ahora los tenemos colectiva y obsesivamente.

De pronto pensamos en la vulnerabilidad de nuestra existencia, en lo frágil que era todo, en cambios de paradigma… Pensamientos a los que ahora les prestamos toda nuestra atención y se han posicionado en primera línea de nuestra mente. Quizás son una semilla que necesita su tiempo.

Por ahora lo que veo es que mientras pensamos en nuevas realidades y nuevas normalidades por el drama que se está viviendo, nos vamos incorporando despacito y obedientes a la realidad y a la normalidad de siempre.

 

F

¿Cómo se ve el mundo desde la cubierta de un barco a miles de millas de casa?

D

El mundo desde la proa se percibe precioso por un lado y absurdo por el otro. Percibo a las ciudades como grandes enjambres de histeria colectiva. Entiendo que en un momento determinado, allá por el Neolítico, decidimos establecernos en pequeños núcleos que acabarían siendo las ciudades y dejamos de deambular de un lado para otro buscándonos la vida. Pero a día de hoy, es una obviedad que los humanos nos hemos vuelto locos, se nos ha ido de las manos, y si no, miremos lugares como Dubai. Vista desde un velero que ha estado navegando durante cuatro años, esa carrera frenética huyendo de lo esencial hacia lo material y lo artificial se percibe como una equivocación. Evolucionamos mal, nos hemos olvidado de vivir.

No contentos con ignorar a la naturaleza por completo, hemos decidido aniquilarla como sea. Es un esfuerzo titánico al que nos entregamos religiosamente. Si tenemos en cuenta que para nadie es un secreto que destruyéndola destruimos la vida, estaremos todos de acuerdo que nuestra curiosa meta no es otra que la de auto extinguirnos.

También constato más las desigualdades, las injusticias de la vida y nuestro egoísmo ilimitado; nacer en un piso en el centro de París no es lo mismo que hacerlo en una choza en el desierto de Sudán. Se supone que el primero no debería alardear demasiado si triunfa en la vida y menos aún despreciar al que no ha tenido esa misma suerte.

Luego hay lugares donde sólo tienen lo esencial, como en algunas islas de Vanuatu. Creo que sobreviven porque están demasiado lejos de todas partes. Viven de la pesca y el cultivo en pequeños pueblos y aldeas con sus mercados y sus escuelas rodeados de bosques vírgenes y aguas coralinas. Su expresión es amable, relajada y saludable, y cuando te diriges a ellos sonríen. Me suelo fijar en las comisuras de los labios. En países más desarrollados, a partir de una cierta edad las tenemos en curva descendente. No es una mueca, es una huella que se va grabando a fuego lento. A los ancianos de Vanuatu no les ocurre.

La creatividad en el mundo de hoy
F

Y la profesión?

D

La profesión desde la distancia la veo como un quiste en el esófago. La percibo más que nunca como parte responsable y culpable del delito. Hemos estado atizando el fuego del consumo irresponsablemente durante demasiado tiempo. Hemos estado creando durante décadas falsos sueños, deseos, anhelos y necesidades innecesarias; cómplices de las empresas, provocando con ello rivalidades, violencia, frustraciones, envidias y depresiones existenciales. Somos co-responsables directos de construir esa veneración descarnada hacia lo material y el consumo irracional, y debería juzgarnos el tribunal de la Haya a todos por insensatos.

Si bien es verdad que la cultura del consumo responsable y de la ética empresarial va cuajando poco a poco, esto ocurre sólo en nuestro entorno. El Océano Índico en Indonesia es un mar de basura y plásticos que sus habitantes siguen arrojando inconscientemente por la ventana de sus casas al agua cada día, por toneladas. No son culpables. Son fieles al modelo que han visto durante décadas.

F

¿Qué encaje crees que debe tener la comunicación o publicidad en el mundo que nos queda a partir de ahora?

D

El mundo parece dividido en dos mentalidades opuestas. La solidaridad por un lado y el egoísmo individualista y feroz por el otro. Esta última, suele manifestarse en las personas menos evolucionadas, y no hablo de inteligencia, muchos de ellos gobiernan países. Su comportamiento y sus políticas son consecuencia directa de sus miedos, y son peligrosos porque precisamente basan sus estrategias en el miedo. 

La creatividad, el pensamiento original, la imaginación, nuestras herramientas, hay que usarlas más que nunca para decantar la balanza hacia un mundo solidario. Es enorme todo lo que como comunicadores podemos aportar a través de la profesión por medio del diseño y la publicidad.

F

Durante mucho tiempo, el éxito empresarial era un concepto vinculado a la eficiencia y el marketing. ¿En qué punto nos encontramos ahora? ¿Dónde quedan el diseño y la creatividad? ¿Son realmente útiles para las empresas?

D

Estamos empezando a ver cómo solo aquellas empresas transparentes, realmente comprometidas con valores de ética, responsabilidad y sostenibilidad, tienen futuro. Por muy poderosa que sea una marca o multinacional, hoy se somete al escrutinio diario de millones de consumidores, muchos de ellos cabreados, y si no es trigo limpio acabará sucumbiendo. Hay mil ejemplos, gigantes que han caído o rectificado por la presión popular, los boicots o las reivindicaciones a través de plataformas como change.org; el poder está en manos de la sociedad, y la transparencia que permiten las nuevas tecnologías deja al descubierto los comportamientos poco éticos de las compañías. La eficiencia empresarial empieza ahora con el compromiso de los valores éticos. Como empresas que somos en el ámbito de la comunicación, debemos actuar con los mismos principios. Nuestro trabajo es tan valioso y necesario como siempre.

F

¿Podemos formarnos para ser creativos?

D

No. Tampoco podemos hacerlo para cantar como Frank Sinatra porque no tenemos esa voz con la que nació. Cada persona nace con una habilidad especial para hacer algo en la vida, y es fundamental que descubramos cuánto antes cuál es la nuestra para no perder demasiado el tiempo.

F

¿Podemos hacer que nuestras estructuras, empresas e instituciones piensen y actúen de un modo diferente?

D

Si hemos logrado que la gente se desplace en enormes 4×4 por las ciudades, está claro que nuestro poder no tiene límites. Por eso es tan importante que lo hagamos con responsabilidad. La buena creatividad es una fábrica de provocar emociones y las emociones son el combustible para las revoluciones.

F

Cuando todo cambie, ¿en qué nos deberíamos centrar?

D

En la esencia. Hay que desmenuzar el ovillo para entender. Ponerlo sobre la mesa e ir desenredando pacientemente cada uno de sus nudos, uno por uno, intentando comprenderlos. Esto debería servirnos para adaptarnos al cambio sin equivocarnos demasiado.

F

¿Qué permanecerá inalterable?

D

Lo inalterable es la verdad. Lo alterado es siempre el camino errático. Pero no hay otra, nuestra forma de evolucionar sólo se produce tropezando por caminos erráticos.

Branding vs blanding
F

Blanding vs Branding: desde hace tiempo, en Folch manejamos el concepto de sociedad líquida, acuñado por Bauman, al ámbito del branding. ¿Tiene sentido? ¿Cómo podemos adaptarnos a un cambio constante de entornos, soportes, tendencias, incluso audiencias, cuando son los otros y no tú quien controla el relato de tu marca?

D

Si, hoy es fundamental la máxima de Bruce Lee, be water my friend. Quien no sepa adaptarse se quedará por el camino. Todo pasa por no perder la coherencia. Yo creo que ese es el gran reto.

Para moverse en esos escenarios tan diversos y cambiantes sin que se pierda el Norte, es fundamental que haya un Norte. Esto no siempre ocurre. El camino de una empresa sería lo que define Simon Sinek en su celebrado “Golden Circle” como el “Why”. El porqué, la razón de ser de mi compañía por delante del qué y del cómo. Si este “why” es real y sólido como una roca y la empresa lo transmite por cada uno de sus poros de forma natural, porque todo cuelga de él, debería soportar perfectamente un proyecto de branding anatómico.

 

F

¿Hasta qué punto es hoy la dirección de arte y creativa el mejor modo de fijar una marca en en la mente de las personas?

D

La mejor manera de fijar una marca hoy en la mente de las personas ya no está en nuestras manos. Más allá de que el producto que ofrezca sea bueno e interese, esa marca debe ser honesta, transparente, ética, sostenible, con unos principios muy sólidos y demostrar que es coherente con ellos. Si esto no se da, ni siquiera deberíamos trabajar para ella, puesto que estos requisitos también son para nosotros y si aún así lo hacemos, estaremos empezando a cavar nuestra tumba junto a la de la empresa.

La sociedad es cada vez más sensible y estamos cada vez más enfadados de tanto abuso, mentiras y actuaciones lamentables por parte de tantas multinacionales que destruyen la naturaleza y maltratan a sus trabajadores con el único propósito de aumentar sus beneficios. Todo apunta a que esto cada vez se irá dando menos porque ahora todo se acaba sabiendo y es muy fácil denunciarlo públicamente y actuar en masa para frenarlo.  A partir de estas premisas que antes no se daban, nuestro trabajo sigue siendo tan necesario y eficaz como siempre.

F

¿Qué puede ofrecer Barcelona como ciudad a ese nuevo contexto? ¿Y a sus conciudadanos? ¿Qué es para ti la marca Barcelona? ¿Qué rol (estratégico, político, social…) deberían tener las ciudades en esta nueva etapa que iniciamos?

D

No tengo muy claro lo de “este nuevo contexto” o “esta nueva etapa que iniciamos” de la que hablas, más allá de las cuatro medidas de prevención sanitaria que observo para protegernos del virus y que dejarán de aplicarse en cuanto llegue la vacuna pasado mañana.

Los escenarios de un shock colectivo, siempre son oportunidades para acelerar grandes procesos de cambio. No siempre se hace éticamente, hay ejemplos maquiavélicos en la historia bien conocidos; pero es indudable que en estas circunstancias todos hacemos un examen de conciencia y se genera una predisposición mental en la sociedad que debería ayudar a activar todas aquellas iniciativas de mejora que, en un contexto cotidiano son mucho más complicadas de consensuar porque las inercias lo impiden.

Sería el momento de apostar fuerte por un modelo de turismo de calidad que fuese un ejemplo. Menos volumen y más calidad. Orientar la oferta enfatizando el carácter cultural de la ciudad que es enorme y una arquitectura mucho más allá de los tópicos. Construir un modelo que, a largo plazo, sea más sólido y sostenible.

En cualquier caso llevo mucho tiempo desconectado de la urbe y no he sufrido el confinamiento. No soy capaz de sentir lo que sentís vosotros y no consigo averiguar cual es la magnitud real del post virus. Y no lo descubriré hasta que llegue, me calce los zapatos y los ponga de nuevo sobre el asfalto.

Rompiendo las normas
F

Gestión de una empresa creativa. Durante mucho tiempo manejaste uno de los estudios más reputados de España. ¿Qué os hacía diferentes? ¿Te consideras desobediente? ¿Tienes sentido ser desobediente en los negocios? ¿Qué recuerdos tienes de tu etapa empresarial? ¿Y qué te gustaría olvidar?

D

Los diseñadores me ven como un creativo publicitario y para los publicitarios soy más un diseñador gráfico. Durante 25 años hemos abordado proyectos de los dos ámbitos simultáneamente. Esta ha sido siempre una diferencia de Ruiz+Company. Una disciplina enriquece enormemente a la otra y es obvio que se encuentran en algún punto.

Además de desobediente yo diría que soy atípico, o por lo menos lo era. Me he guiado por el corazón más que por la razón. Siempre he escogido los proyectos; nunca he salido a buscar clientes, han venido ellos mismos, atraídos por los trabajos que han visto. He sabido decir que no a esos que ya ves de entrada que pondrán trabas a la creatividad. Los he rechazado siempre por mucho presupuesto que exhibieran, aunque me estuviera muriendo de hambre.

Nuestro trabajo también puede ser muy aburrido, dependiendo de con quién te juntes. Esto hizo que nuestro posicionamiento como estudio creativo fuese muy claro, y en poco tiempo sólo llegaban clientes que demandaban creatividad. Esos son los clientes que nos gustan, los que llevan la cultura de la creatividad en su ADN; consecuentemente, ganar premios ha sido siempre casi una obligación, un termómetro, una manera de saber que somos coherentes con ese posicionamiento y seguimos en el candelero.

Volviendo a la desobediencia, creo que tiene mucho sentido. Es un concepto ligado a la creatividad. Las reglas y las normas son siempre un corsé, y si de entrada ya nos limitamos a ese corsé, estamos castrando uno de los fundamentos del pensamiento original, que se basa precisamente en abordar las cosas por el lado opuesto, por ese que jamás hubieses pensado. Y ese lado puede encontrarse fuera de las reglas del juego perfectamente. Si es así hay que romperlas. Como profesionales creo que debemos ser inconformistas y cuestionarnos todo. Me parece lo más serio aunque –paradójicamente– eso signifique ser desobedientes en algunos casos, siempre y cuando estemos dentro de la ética. Al final es beneficioso para el proyecto y para el cliente.

Nunca me he considerado un empresario, aunque obviamente lo he sido. Un día miras a tu alrededor y ves que has montado una empresa. Durante los diez primeros años de vida de Ruiz+Company estuve asociado con la diseñadora Marina Company y aprendí algo de esta faceta gracias a su vena empresarial innata. Al principio me costó mucho liderar bien. En una época llegamos a ser hasta catorce personas, era muy divertido pero a menudo me sentía como un intruso diciéndole a un colega que rectificara esto o aquello. No me resultaba nada cómodo. Mandar no es fácil. Con los años he conseguido entender y sobretodo valorar lo que significa un buen liderazgo.

Durante esta larga etapa profesional y hasta el día que solté amarras, no hay nada para olvidar. Tengo un gran respeto por toda la gente que pasó por ahí y lo hizo posible.

F

¿Qué nos hace diferentes a las empresas creativas del resto de empresas? Y ¿qué podemos enseñar a otras empresas o clientes que facturan 1.000 veces más que la tuya?

D

Vendemos ideas y creamos emociones. Eso es lo que nos hace diferentes. A una empresa que factura 1000 veces más que tú le puedes enseñar que con tu idea puede llegar a facturar 2000 veces más.

 

F

¿Forma parte del viaje, el post viaje? Entiendo que un viaje como el tuyo se prepara durante meses… ¿has preparado también el regreso? ¿Cómo crees que te afectará, profesionalmente hablando? ¿Te habrá cambiado? ¿Para bien? ¿O para mal? Me refiero… ¿puede uno retomar su antigua profesión sin más?

D

No pude soltar amarras hasta el día que supe cómo resolver mi regreso. Me preocupaba la vuelta. ¿Estaré motivado después de una experiencia así? ¿Me arrepentiré de haber cerrado Ruiz+Company en plena etapa de consolidación y éxitos? ¿Estoy tirando mi vida por la borda? Después de tanto tiempo desconectado, ¿habré perdido el tren y empezaré a hacer el ridículo delante de mis colegas? ¿Seré en realidad un perfecto idiota en lugar de aquel emprendedor joven y avispado que siempre creí ser?

Un día le di la vuelta. Me di cuenta de que a mi regreso cumpliría los 60, cosa que confieso me parecía y me sigue pareciendo un fenómeno inaudito. Me ofendí tanto que decidí vengarme. Me reté a empezar otra vez de nuevo justamente a esa edad y demostrarme a mí mismo no solo que sería capaz de hacerlo si no que sería la mejor etapa de mi carrera. Cuando me pongo así es mucho mejor seguirme la corriente y no contradecirme. Grabé estas declaraciones a fuego lento con un soplete en mi neocórtex y desde que zarpé rumbo al infinito y hasta el día de hoy, me he ido recreando en esta idea hasta convertirla en una orgía de ferviente deseo.

Post-turismo
F

Debes haber estado en muchas ciudades alrededor del mundo (no como conferenciante sino como alguien que llega por mar y que ancla en una había o puerto). ¿Cómo se ve el mundo desde esta perspectiva? ¿Has cambiado tu opinión acerca de algo? 

D

Los días que transcurren en el mar, desde que dejas un país hasta que alcanzas el nuevo, son un espacio neutro, una fase de transición. Tienes el privilegio de ir borrando despacio el primero para ir asimilando tranquilamente el segundo. No llegas a un aeropuerto, a una terminal de autobuses o a una estación de tren abarrotada de gente. La mayoría de las veces ni siquiera llegas a un puerto, y solo llegar es un logro. Lo haces como se hacía antes, por mar, después de varios días de viaje o fondeado frente a una playa o en una bahía.

Eres tú sólo el que llega, no lo haces aborregado en un rebaño de desconocidos, es tu viaje. Lo has hecho con el tiempo suficiente desde que ves tierra por primera vez hasta que pones un pie sobre ella, para impregnarte, mentalizarte y ser realmente consciente de que has llegado y adónde lo has hecho. 

El vuelo de algún ave y las nubes bajas en la lejanía son los primeros indicios. Desde el primer avistamiento, una tenue sombra en el horizonte, el acercamiento se efectúa lentamente, puede durar largas horas que suelen ser mágicas. La costa se va descubriendo poco a poco, se van dibujando sus contornos y empiezas a identificar montañas y valles. 

De pronto, llega un punto que te invaden los aromas. El paisaje ahora te entra por la nariz. Olor a tierra, la fragancia de la vegetación o el perfume de las flores. En algunas islas del Pacífico es tan intenso que cuando ocurre, la sensación queda registrada en tu memoria para siempre vinculada a ese lugar. 

El tiempo transcurre y empiezas a reconocer la costa que se va haciendo inmensa mientras a ti te ocurre exactamente lo contrario; una edificación, un bosque, una playa y una antena; y a medida que te aproximas, esas emociones se van mezclando con una cierta aprensión, como cualquier marino sabes que el peligro está en tierra. La sonda te avisa, el fondo disminuye rápidamente, se acercan los bajos y los arrecifes; el oleaje se altera afectado por la nueva profundidad y el entusiasmo es atenuado mientras crece la concentración en la carta. Planificas las maniobras, analizas el nuevo entorno, buscas el lugar adecuado, arrías las velas y sueltas el ancla. Respiras hondo, liberas tensión y un sentimiento de plenitud te inunda el cuerpo. Lo has vuelto a conseguir, has llegado.

La llegada por mar a un nuevo país después de navegar durante días, rodeado de olas y empujado solo por el viento, te permite ajustar tu percepción de las distancias. Eres consciente de que estás viajando. La visión del mundo desde la naturaleza es otra. Tendemos a lo artificial. Reducimos el tamaño de nuestro planeta desplazándonos de un extremo al otro en pocas horas. Sin espacio para darnos cuenta siquiera. Apenas sentimos el camino. Corremos siempre, obsesionados con aprovechar al máximo nuestro tiempo, pero en realidad, lo único que conseguimos es pasar por la vida sin darnos cuenta.

El arte de narrar historias
F

Parece que a parte de ser un buen director creativo, diseñador y navegante, eres también un buen cronista. ¿Cuánto de lo que escribes es real y cuánto es ficción?

D

A veces mientras escribo el blog me dan ganas de empezar a novelarlo sutilmente, ir convirtiéndolo en una gran mentira hasta llevarlo poco a poco al terreno de lo inverosímil y de la ciencia ficción. Pero me abstengo, ya que por muy atractiva que me parezca esta idea no creo que pudiera resolverla bien.

Muchas veces, cómo explicas algo es tan importante que aquello que explicas. Llevo toda la vida haciéndolo en mi trabajo, que no es otro que el de construir conceptos y relatos que despierten emociones, tanto a través de su significado como de su forma. Para que esto sea efectivo, el primero que debe emocionarse soy yo, y en este sentido lo tengo muy fácil puesto que este viaje es para mí emoción pura.

No es difícil para el que sigue el blog, darse cuenta que todas las hazañas o actos heroicos se los atribuyo a Thor. Surge así porque así lo siento, y esto me permite contar la historia abiertamente, en tercera persona, sin sonar pedante o parecer pretencioso. En ocasiones incluso puedo darle un tono épico. Por el contrario, tiendo a describirme a mí mismo como un tío que hace lo que puede, una especie de antihéroe que se cabrea consigo mismo, creando una relación entre Thor, el barco noble, guerrero incansable que me protege y me lleva siempre a buen puerto, y ese navegante con pinta de hippie desfasado que blasfema cada vez que las cosas se tuercen y se unta el cuerpo de cebollas para defenderse de los mosquitos.

Pero es que este personaje está basado en hechos reales, es una caricatura perfecta de mí mismo. Surge sin premeditación, de forma automática y mientras escribo me parto de risa.

En busca de la libertad
F

¿Qué hizo que dejaras tu agencia para irte a dar la vuelta al mundo en tu velero? ¿Agotamiento o renacimiento?

D

Cuando cumplí los 50 me regalé mi primer cruce del Atlántico en solitario. Era un sueño de la adolescencia que quería cumplir algún día. Ese sueño nació tras leer los libros de los grandes navegantes solitarios de la historia que me influenciaron para siempre. Aprendí a navegar tumbado en la cama, leyendo, y no soñaba con otra cosa. Hoy pienso en lo que me influyeron esas lecturas. Creo que si en su lugar hubiera leído libros de política, hoy probablemente estaría dirigiendo un burdel en lugar de estar surcando el océano Índico.

La experiencia de este primer cruce fue hace diez años, y resultó tan formidable a todos los niveles, que se empezó a gestar la idea de un viaje más largo.

Dos años más tarde, me vine arriba y me apunté a una regata en solitario desde Canarias hasta Colombia. Las pasé canutas. Un temporal justo en medio del Atlántico que no debía estar ahí, me zarandeó de tal manera que acabé rompiéndome los tendones del brazo izquierdo y viví una pequeña odisea de diez días hasta que logré alcanzar una isla en el Caribe. Esa experiencia, lejos de amedrentarme, supuso una sobredosis de confianza en mí mismo, algo de lo que ya venía un poco sobrado.

Paralelamente se iban a cumplir 25 años de Ruiz+Company, y me parecía una buena excusa para hacer un pequeño break de cuatro años de mi frenética vida profesional. Aunque la amo (podría ser mi hobby), estaba algo desmotivado. Llevaba un tiempo con una pequeña crisis existencial, una que aparentemente te pilla a cierta edad.

Entonces un día te quedas clavado en esa frase que pegaste en la pared firmada por Mark Twain y la recibes como una bofetada. Aquella que dice que dentro de veinte años te arrepentirás de las cosas que no hiciste en la vida… la que te dice que salgas de tu zona de confort… corta las amarras, etc. Y después lees “Walden” de David Thoreau y su experiencia de dos años viviendo en plena naturaleza… y ahí empiezas a soñar otra vez, como cuando tenías doce años, y creyendo que es posible y que hacer que suceda está en tus manos.

Si a eso le añades que mis hijos ya vuelan solos el cóctel va tomando forma y te das cuenta que todo cuadra y no hay que forzar nada, premisa fundamental para que las cosas empiecen bien. A partir de ahí no es difícil auto convencerse cuando surgen las lógicas dudas; se crea una especie de complot interno que te avasalla con frases del tipo: “a ver, gilipollas, ¿para que te servirán esos ahorrillos que hoy se pudren en La Caixa cuando estés muerto?” y otras amenazas por el estilo, y cuando llegas a este punto ya estás perdido, el telón se levanta y no hay vuelta atrás.

Mi objetivo principal es hacer una desconexión completa del trabajo y una conexión e inmersión total en la naturaleza. Vivir en el presente, eso que nos resulta tan difícil; sin demasiados planes, sobre la marcha, sin condiciones; perderme en el océano navegando rumbo al Oeste siguiendo al sol; fundirme con la naturaleza, vivir descalzo, sentirme libre, ser libre.

F

Has fantaseado alguna vez, antes o durante el viaje, sobre no volver y quedarte en algún rincón del mundo, empezando una nueva vida?

D

Fantaseas con una vida nueva cuando no te gusta la que tienes y no es mi caso. Más bien es al contrario. He pasado cinco meses en Nueva Zelanda, que considero un lugar bastante ideal para vivir, pero como dice la canción: “nací en el Mediterráneo”, y eso no lo cambio por nada.

He fondeado durante más de un año en algunas de las islas más impresionantes del Pacífico Sur, lo que entendemos como paraísos. No pertenezco allí. La vida puede llegar a ser extremadamente tranquila y aburrida y probablemente terminaría alcohólico, cortándome las venas o esnifando plantas raras. Otra cosa sería si fuera mayor y contemplara el retiro, pero siento que apenas he superado la pubertad y eso requiere algunos estímulos.

Lo que me gusta más es descubrir estos lugares después de una larga travesía oceánica navegando a vela; una vez allí, intento disfrutarlos al máximo, patearlos de arriba a bajo, meterme en las casas de sus gentes… y salir por patas arrumbando hacia otro lugar en cuanto empieza a asomar la rutina.

F

¿Cómo es tu día día ahora?

D

En ruta con vientos estables la vida es muy placentera, sin apenas maniobrar las velas. Me dedico a contemplar el océano y la vida que fluye por todas partes que es mucha y siempre diferente. Te puedes pasar horas viendo el vuelo de un ave marina, admirar su destreza y su fortaleza y llegar a compenetrarte con ella. En rutas largas, a medida que avanzan los días – en el Pacífico he llegado a estar 33 días seguidos sin ver tierra – se va generando una relación con la naturaleza casi mística. Eres muy consciente de que cada día sale el sol y cada día se pone. Un espectáculo que ocurre cada día de nuestra vida, y sin embargo hemos conseguido ignorarlo por completo, algo que siempre me ha parecido una falta de respeto por la vida.

Leo durante horas y horas como un poseso, pienso y reflexiono sin límite de tiempo. Cosas sencillas para las que hoy en día ya no tenemos espacio y se han acabado convirtiendo en el verdadero lujo, lo cual no deja de ser curioso porque son gratis.

Situarte cada día, y observar tu progresión hacia ese puntito en la carta, consultar la meteo y decidir la estrategia de la ruta en función de esta, revisar el material, hacer pequeñas reparaciones; son las rutinas cotidianas que normalmente me divierten. También dedico cada día un tiempo al yoga y al ejercicio físico. No te aburres, te acostumbras a esta vida y no anhelas llegar a tierra. Eres muy consciente de tu autosuficiencia y es en estas circunstancias cuando saboreas la libertad.

Con la llegada de una depresión, vientos frescos o de días chubascosos, la rutina cambia por completo. Sueles tener mucho trabajo físico, básicamente con las velas; te empapas bajo la lluvia torrencial de los chubascos que a veces son muy violentos, o por los rociones de las olas que trepan por la cubierta y dormir es más complicado, pero por contra es de lo más excitante disfrutas mucho de la navegación, el barco surfea las olas y la velocidad se dispara, sientes que está en su salsa y te contagia. Tu entorno ahora ha cambiado por completo, es energía pura. Es un gran estímulo que equilibra tu existencia con el lado más contemplativo. Ese colgado que observaba las olas y los pájaros se transforma en un intrépido navegante.

Si la cosa va a más y el tiempo es verdaderamente malo, la incomodidad hace la vida más difícil, te has de obligar a comer porque se te hace un nudo en el estómago y aguantar el equilibrio día y noche para no salir disparado tras un bandazo y acabar empotrado en la sentina está a la orden del día. Pero siempre acabas encontrando protección en el refugio de la confortable cabina y si confías en tu barco y lo adecuas bien a las condiciones reinantes, sólo queda abrocharse el cinturón y disfrutar del espectáculo. Sabes que después del temporal llega la calma, y cuando llega te sientes pletórico, has ganado otra batalla. Es como una metáfora de la vida misma.

El día a día fondeado cerca de tierra puede ser muy variado. Conoces a otros navegantes, todos hacemos la misma ruta, te vas encontrando con ellos a lo largo del viaje, forjas amistades, gente nueva, la vida social puede llegar a ser intensa. Camino mucho, me pierdo por caminos de bosques tropicales, por los pueblos y sus mercados; no suelo pisar los lugares más turísticos porque son falsos. Buceo en lugares privilegiados, a veces nos unimos un grupo de varios barcos y navegamos juntos durante varios días de isla a isla. Las tertulias a bordo compartiendo experiencias y bebiendo ron como si se acabara el mundo son un placer, gente de todos los países y condición unidos por el mismo estilo de vida, la misma pasión por el mar y la navegación.

De vuelta a la realidad
F

¿Cómo será tu día a día cuando estés de vuelta? Temes al síndrome post vuelta al mundo? Que encaje le encontrarás a tu profesión y al David que regrese del viaje?

D

Lo del síndrome post vuelta al mundo es una incógnita. Estoy muy mentalizado para el regreso, tengo muchos planes e ideas para mi nueva etapa profesional. El lastre que arrastra cualquier empresa tras 25 años de intenso trabajo, lo solté al mismo tiempo que solté amarras, así que empiezo limpio, de cero, está todo por crear, por decidir y elegir, no hay limitaciones, no hay cláusulas, tampoco hay deudas, por no haber no hay ni clientes, jajaja, hasta eso puedo decidir porque aún no hay compromisos que me condicionen ni me aten. Ahora mismo vale todo.

Lo que hay es el estímulo de la página en blanco, un espacio en un edificio industrial de Barcelona con una terraza desde la que se ve el mar, y la experiencia de más de treinta años en la profesión, algo que supuestamente ha de servirme para alguna cosa. Quiero tomarme el tiempo de aterrizaje y la adaptación con calma. Espero divertirme con ello, saborearlo como un niño con zapatos nuevos.

Si bien los tres primeros años del viaje han sido una desconexión total y premeditada de mi trabajo y de la vida profesional, este último año he ido conectando de nuevo con todo ello, buscando información y siguiendo el trabajo de la gente que me interesa, indagando como está el panorama, el mercado y las oportunidades. Es un acercamiento placentero porque discurre al mismo ritmo en el que me aproximo navegando, lentamente, observando bien el paisaje, con mucho tiempo para analizar, reflexionar, valorar y proyectar. Una visión global desde la distancia que trabaja para definir cual será mi nuevo encaje en la profesión. Es también un suave proceso de mentalización para evitar un posible electro shock.

Así y todo no puedo poner la mano en el fuego y decir que la adaptación será un camino de rosas. Quizás durante algún tiempo me despierte gritando por las noches pensando que el ancla garrea, o salte disparado de la cama para tomar un rizo y me estrelle contra la mesa del comedor. No descarto que me invada una gran nostalgia cada vez que vea la lluvia aporreando las ventanas, como buscándome o cada vez que escuche el aullido del viento en esas típicas noches tormentosas que azotan Barcelona en el mes de octubre.

Ahora mismo lo que puedo decir es que sigo enamorado de mi trabajo y de mi espacio en Poblenou; se que lo mejor está por llegar y será allí.

Quién es David Ruiz?
F

Quién eres? Quien eras antes, y quien crees que serás al regresar?

D

Leí una vez que en el momento que sueltas amarras dejas de ser quién crees ser y empiezas a ser quien realmente eres. Cuando me preguntan por qué viajo solo contesto que no voy solo, sino que voy conmigo. No es un chiste, es lo que siento. Tengo un diálogo interior conmigo mismo constante. Hay uno que le da caña al otro, lo insulta cuando se equivoca y lo aplaude cuando acierta. Es una especie de capataz que ha cogido el mando sin permiso. Parece un individuo bien preparado que piensa en grande, alguien con las cosas claras que se reta constantemente y se crece en la dificultad. Sabe relativizar una situación cuando se pone fea y tira a menudo de ironía para lograrlo. A veces se pasa tres pueblos y me ha metido en algún lío bastante serio, las cosas como sean. Un día hace ya muchos años, se dio cuenta que todo era posible y en ese mismo momento decidió no conformarse y atreverse. Desde entonces mi vida transcurre en un parque de atracciones de máximo riesgo.

El otro es súper buen tío, muy aplicado y trabajador, un currante, una hormiga obrera voluntariosa que intenta siempre esforzarse en hacer las cosas bien para salir airoso de las situaciones a las que lo ha llevado el otro, porque intuye que le conviene y normalmente superada la fase de terror le compensa. Sabe que su vida podría ser muy aburrida. No siempre consigue salir indemne de este proceso, tiene que lidiar con las infinitas dudas y las inseguridades que le asaltan sin compasión por los cuatro costados; sin embargo su mítica tozudez no contempla la rendición. Posee una gran sensibilidad y se emociona demasiado fácilmente para mi gusto; en el fondo es un sentimental. Es un personaje introvertido y su extremada tolerancia, que él considera una virtud, le ha acarreado algunos disgustos en la vida.

Esto me lleva a pensar que como mínimo somos dos. Digo como mínimo, porque luego hay un tercer tipo en mi interior que posee una inteligencia suprema, lo intuyo y lo siento y a ese todos lo tenemos, y ahora con esto no pretendo asustar a nadie pero ese tipo está ahí escondido; no tiene que ver con el intelecto ni con el conocimiento que adquirimos, tiene que ver con la esencia, con el sentido común y con la lógica. Tiene que ver con lo adecuado y tiene que ver con la verdad.

Lo sentía ya en mi infancia, silencioso pero siempre presente. Sin embargo, hay que rascar para encontrarlo, podemos estar ignorándolo toda la vida. Supongo que forma parte del juego, de tu evolución como persona, pero a medida que lo descubres se va asomando cada vez más y se inicia un diálogo.

Es un gran tipo, un genio, un mago que te da pistas y te resuelve cosas. Le preguntas y si estás alerta te responde. Te guía y te ayuda a tomar las decisiones correctas, lo hace muchas veces a través de eso que no somos capaces de explicar bien y que llamamos intuición.

Me he dado cuenta que estaba esperando pacientemente a que yo me dejase caer por ahí de una vez. Hay que reconocerle una paciencia infinita puesto que son un montón de años los que lleva allí agazapado, en un lugar que francamente muy cómodo no debe ser, probablemente hace mucho calor ahí adentro y no debe ser nada fácil estirar las piernas.

Así que como comprenderás, ante este panorama no puedo responder todavía a la pregunta aparentemente sencilla de quien soy. Ahora mismo no sé cual de los tres soy yo; lo único que puedo decir es que empezamos a ser demasiados y temo que esto acabe convirtiéndose en el camarote de los hermanos Marx.

F

Cuanto de valentía y cuanto de inconsciencia se necesita para afrontar este viaje?

D

Inconsciencia cero. Cualquier dosis de inconsciencia por pequeña que fuera se podría pagar muy cara. Y más que de valentía, destacaría la capacidad para sentirse cómodo viviendo en la incertidumbre. Solo cuando asumes que pasará lo que tenga que pasar, sin pretender evitarlo, modificarlo o juzgarlo, sin pretender ver que las cosas son buenas o malas, sino simplemente que son, y que cuando lleguen, y solo entonces, harás lo que te corresponda hacer, el miedo se diluye y eres libre. Esa actitud de aceptación te permite vivir más en el presente. Vivir en la incertidumbre es estimulante, evita el aborregamiento, te mantiene lúcido y percibes tu existencia con más intensidad.

Me he preparado para este viaje pensando en todo aquello que puede ocurrirme y salir mal. Me visualicé en las situaciones más dramáticas con todo detalle, percibiendo incluso la humedad, el olor a salitre y las llagas en la piel provocadas por el roce de la lona de la balsa salvavidas a la deriva en un mar gigante, después de abordarla tras irse el barco a pique. Decidí cómo actuaría y qué sentiría en todo el proceso y en cada caso concreto… No es que sea masoquista, simplemente trato de familiarizarme con lo desconocido que es a lo que finalmente tememos. Con esto intento evitar entrar en pánico si se diera cualquiera de estas situaciones, porque de alguna manera ya habré empezado a asimilarlas y eso ha de permitirme gestionarlas mejor, ya sabes lo que te irá ocurriendo y lo que debes hacer. Ignorarlo sería inconsciencia.

Con este análisis lógicamente acabas reconociendo que palmarla no es una posibilidad descabellada, te puede suceder, y si a pesar de ello estás dispuesto a seguir adelante ya has ganado porque te atreves. Al fin y al cabo, quedándome en casa tampoco estoy a salvo, puedo romperme la cabeza resbalando en la ducha.

El miedo es lo que nos ata y hace que nos conformemos. Nos castra los sueños haciendo que continúen siendo sueños; a menudo convierte nuestras vidas en una rutina sin sentido y provoca que la desperdiciemos aferrados a lo que llamamos la zona de confort. Y no me parece muy confortable girar siempre sobre la misma rueda atrapado como un miserable hámster.

Así que si puedes controlar el sufrimiento, asumir la responsabilidad de todos tus actos hasta las últimas consecuencias y no temes irte al otro barrio, te ha tocado la lotería, ya sólo queda disfrutar intensamente del bien más preciado: tu libertad.

F

Habrá libro del viaje?

D

Si.

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  • Innovadora (10)
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Alter-Globalisation

Según el libro "Anarchy Works" (2010) de Peter Galderloos, la alterglobalización es un movimiento social que se opone a la destrucción de comunidades, vidas y medios de subsistencia a través de una globalización amigable para las empresas. Nacido de los zapatistas en México, los autonomistas y los anarquistas en Europa, los agricultores y los trabajadores en Corea, y las rebeliones populares contra las instituciones financieras, el movimiento mundial apoya la cooperación e interacción global. Si bien, se opone a lo que describen como efectos negativos de la globalización económica y trabaja en detrimento de los valores humanos como la protección del medio ambiente y el clima, la justicia económica, la protección laboral, la protección de las culturas indígenas, la paz y las libertades civiles.
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Branding Líquido

En la época en que vivimos, la marca es un medio que transmite un conjunto de valores, una estética, historias, filosofía, imágenes, e ideas alrededor de un producto o servicio. La identidad ha ido más allá del sistema gráfico y visual y hoy en día está más fragmentada que nunca: cada marca debe estar presente en múltiples canales, dispositivos, y aplicaciones, tanto online como offline. El gran pensador Bauman empezó a utilizar el término “modernidad líquida” para describir mejor la condición de movilidad constante que observaba en las relaciones, identidades, y economía global en nuestra sociedad actual. Las marcas pues, también necesitan un branding líquido, un enfoque transmedia flexible y resistente que pueda adaptarse de forma natural a factores en cambio, han de ser capaces de reinventarse a sí mismas y captar atención a través del pensamiento creativo.

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Creatividad

Tal y como Robert E. destaca en su libro Human Motivation, la creatividad es la tendencia a reconocer ideas, alternativas o posibilidades que resultan útiles en la resolución de problemas, la comunicación y el entretenimiento. Existe una relación muy estrecha entre creatividad y design thinking, ya que ambos ayudan a los estudiantes a resolver problemas de forma más creativa.
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Disrupción

Según el diccionario, disrupción es “un cambio en la forma tradicional en la que opera una industria, especialmente si este cambio supone una manera nueva y efectiva de hacer las cosas”. En otras palabras, este término hace referencia al acto de abrirse camino en un nicho haciendo frente a la competencia existente con un nuevo método de prestación de un servicio más efectivo que el existente hasta el momento. (Fuente: The Financial Times)
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Insight

Insight is the understanding of a specific cause and effect in a specific context. Depending more on interplay than invention, insights illuminate but they don't have to be deep. An insight casts a light on the genesis and the consequences of a named process, giving tools to understanding an ever-changing world. An insight is a organic thought that can generate an epiphany and it can foster innovation. Sources: Wikipedia, ThinkwithGoogle

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Narrativa emocional

El concepto de narrativa emocional (o periodismo emocional) está basado en la teoría de Clay Shirky, filósofo que, contemplando el mundo de Internet, afirma que “sentimos más rápido que pensamos”. Con esto alude a la idea de que hoy en día, debido a los últimos cambios en el periodismo y la sociedad, es la emoción la que ejerce mayor influencia en la producción y el consumo de noticias. Según Sherky, también la emoción excita relaciones cada vez más íntimas y comprometidas con la tecnología y la conexión.  

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Narrativas de marca

La narrativa de marca es el eje central de una estrategia de marca significativa. La publicidad tradicional dejó de funcionar hace (más de) una década, y el desarrollo de contenido alrededor de una marca no es ya cuestión de decir algo, sino de decir algo que valga la pena. Cada vez más desligada del producto o servicio a promocionar, las narrativas de marca son historias que, en lugar de hablar sobre una marca, buscan hacer visibles sus valores, su imaginario y su idea de negocio. La publicidad y el contenido básico de marca están acabados. Hoy en día, una narrativa de marca convincente que involucre y acoja al receptor da lugar a una estrategia sólida, clara y atractiva que favorece la consistencia a lo largo de toda la comunicación transmediática.

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Post-turismo

El término “post-turista” se usa comúnmente para referirse a una nueva clase de viajeros, aquellos que evitan los “puntos calientes” turísticos comunes y optan por una experiencia menos convencional, sumergiéndose en la “cultura local” por un período prolongado de tiempo. El concepto de post-turista se ha desarrollado en respuesta a las actitudes y preferencias de los consumidores en la era posmoderna. Evitando la masificación del turismo, los post-turistas buscan experiencias reales y auténticas, pasan más tiempo, comprenden los hábitos y respetan la cultura y el medioambiente.
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Responsabilidad corporativa

La Responsabilidad Social Corporativa o CSR (por sus siglas en inglés) es un mecanismo autorregulador mediante el cual una empresa se involucra en acciones que van más allá del mero interés monetario y legal de la firma, como la lucha por el bien social o medioambiental. En consecuencia, se llama también consciencia corporativa, civismo corporativo o empresa responsable. Fuente: McWilliams and Siegel.

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